Hola amigas y amigos de la CAPD,
Llegó el momento de darles información actualizada acerca de los programas de la CAPD en Colombia. Sigan leyendo para darles vistazo de mis actividades realizadas en los pasados días.
Comencemos en Pereira, ubicada en la zona cafetalera. Afortunadamente, llegó la lluvia mientras yo estaba, así que el clima estaba relativamente fresco. La razón de mi visita era realizar un monitoreo al programa Luz Verde Auxilio Educativo que brindó uniformes y calzado a 165 estudiantes de cuatro escuelas en este año. A fin de calificar para el programa, los estudiantes tienen que mantener un promedio del 75% de rendimiento académico. He invitado a Rocío, la Coordinadora del programa en Santander, para venir a Pereira a brindarle una capacitación a Gilma, la Coordinadora de la zona, y a las facilitadoras de los colegios. Los estudiantes de la fotografía también estuvieron presentes en la reunión con sus nuevos uniformes.


El realizar reuniones entre las Coordinadoras contribuye para que la CAPD pueda mantener uniformidad en el desarrollo y en los resultados del programa. Nuestra meta es lograr que los estudiantes se mantengan en el programa hasta graduarse. Pronto, la Coordinadora de nuestro nuevo programa en La Guajira, Martha, estará en Bucaramanga para recibir una orientación acerca de la filosofía y las políticas del programa por parte de Rocío. Trataremos esto más adelante.
Seguidamente, visité La Guajira para evaluar a 11 niñas y niños con discapacidad. La mayoría de estos niños pertenecen al pueblo nativo Wayuu, quienes debido a factores como el aislamiento, no han recibido la ayuda médica o terapéutica que merecen. Pero, aún los niños que viven en las aldeas locales carecen de acceso a la terapia. Desde mi punto de vista, es trágico ver cómo hay niños que desarrollan deformidades que se pudieron prevenir. Espero introducir cambios en esta situación, por lo menos para unos, pero se necesitará tiempo y compromiso de varios sectores.



Primero, deseo mostrarles la forma de vida del pueblo Wayuu. La mayoría vive en rancherías establecidas por un clan familiar. Aquí presentamos unas fotografías de una distribución de una casa típica, sitio de sombra fresca para que la gente se reúna, corrales para los animales. Este es un distrito semi-árido que no ha tenido lluvia durante un año. La parte alta del departamento no ha tenido lluvia en 3 años.


Fui a La Guajira atendiendo una invitación de la Fundación Club Rotario de Carrejón, que está formada por empleados de una gran mina de carbón (35 km de largo y 2 km de ancho). Martha, la Trabajadora Social, quien está a cargo de los programas de la Fundación, es la Coordinadora del Programa Luz Verde iniciando este año. Aquí tenemos las fotografías de tres hermanas con sus uniformes escolares. Estos zapatos ameritaban una fotografía especial, porque son únicos. Ambos vestidos son típicos de la región.
Martha y yo evaluamos a 11 niñas y niños con discapadad. Esto no fue fácil, sabiendo que teníamos que viajar por difíciles caminos rurales y visitar hogares muy distantes. Luego de evaluar los primeros dos niños, Martha asumió la evaluación haciendo las preguntas y tomando las medidas. Ella va a realizar las evaluaciones en esta región a partir de ahora, conforme se realiza el seguimiento de los cochecitos entregados. No todos los niños necesitarán un cochecito. Nely, por ejemplo, necesita una ayuda técnica que fortalezca su habilidad para caminar por sí misma. Todos necesitan terapia, pero esa parte será más difícil de lograr.


Aquí tenemos a Yenis, quien presenta parálisis cerebral desde su nacimiento. Fue amoroso ver el fuerte vínculo entre ella y su padre. Cuando escuché como él hablaba del júbilo que Yenis había traído a su vida, me recordó a Jean Vanier y su opinión de que vivir con personas con discapacidad nos hace más humanos. Yenis tiene un tono muscular muy fuerte que no le permite sentarse, pero tiene que hacerlo para tener un cochecito. Me esforcé mucho para lograr que ella desarrollara la posición que se muestra abajo. Le enseñé al papa de la niña cómo practicar sentar a la niña con sus piernas dobladas, una posición que le controla el tono, a fin de que ella pueda practicar elevar la cabeza. Usted puede notar cómo cuando se sienta conmigo, que su cabeza está caída, pero con la motivación de su padre, la niña pudo levantar la cabeza y sostenerla hasta la cuenta de 10. ¡Muy bien!


Finalmente, deseo que conozcan a Lorfina y a Alejandro, ambos Rotarios, quienes se quedaron el segundo día con nosotros. Deseo agradecer a estas dos personas, así como a todos los miembros de su club, quienes son trabajadores increíbles en su esfuerzo para mejorar las vidas de las personas vulnerables en su distrito. Como ellos me dicen alegremente: “Hay mucho que hacer.”

Marlene