Finalmente llegamos a la casa de Hugo Andrés y sus abuelos al final de un camino tortuoso, y allí estaba, como un pop-up, en la ventana de nuestro carro, dándonos la bienvenida a su casa. Nos había estado esperando.

Hugo Andrés es un amable joven de 23 años con discapacidad intelectual. Vive en una finca de cacao de medio hectárea con sus abuelos, Mery y Hugo, en un barrio llamado La Sabana. Hugo Andrés ama su vida en la granja. Ayuda a sus abuelos con la finca de cacao, pero necesita orientación para cada paso.
Sus abuelos están preocupados por lo que le sucederá a Hugo Andrés una vez que fallezcan. Quieren que tenga la finca de cacao, pero en este punto, no puede manejarlo solo. Otra preocupación es que Hugo Andrés no sabe de dinero: las denominaciones, cómo hacer cambios, cómo presupuestar, etc. Tendrá ayuda de los vecinos, pero hay mucho que aprender si podrá vivir independientemente en la granja.

Hugo amablemente nos mostró a Olguita y a mí alrededor de su granja mientras las terapeutas trabajaban con Hugo Andrés en el interior. Nos mostró parte del proceso de cultivo del cacao y habló de Hugo Andrés. Él se cuida a si mismo muy bien. Estudió hasta el grado 2 en la escuela, va a la tienda del campo a comprar alimentos para la casa, se lleva bien con todos y tiene muchos amigos. Pero nunca ha tenido ninguna atención especial de ningún tipo hasta ahora y su abuelo está preocupado. Hugo Andrés ha estado con Fandic durante cinco meses. Hay oportunidad, pero el tiempo apremia.
El pequeño paseo por la granja fue muy útil para darle a Olguita pensamientos sobre un posible plan de terapia de 3 puntos que discutió con Hugo. El plan requiere un trabajo inicial por parte de los terapeutas para aprender el proceso de cultivo del cacao y representarlo en forma de imágenes; luego repasarlo repetidamente con Hugo Andrés hasta que lo aprenda. En segundo lugar, darle una parcela de tierra como parcela de práctica, pero también una parcela sobre la que tendrá propiedad. El último punto en el plan es aprender a administrar el dinero, algo que Fandic ya incluye en su plan de terapia para otros adolescentes.

Sentí el amor en esta familia. Los abuelos quieren que su nieto tenga éxito. Quieren que tenga un futuro. Pero no han tenido la orientación requerida para lograr este objetivo hasta ahora. Con la ayuda de Dios y con la de Fandic, su objetivo se realizará.