
Briceida se convirtió en facilitadora de Luz Verde cuando Karol tenía 10 años y estaba en quinto grado. Era el año 2010, el primer año del programa. Aunque los dos lugares disponibles en el programa fueron para sus hermanas menores, Karol se vio muy influenciada por el efecto del programa en su madre.
Su madre se convirtió en su modelo a seguir. Ella fue testigo de cómo la capacitación que recibió su madre como facilitadora la empoderó y cómo se volvió más segura de sí misma. Karol dice que su mamá cambió su forma de pensar y la forma en que veía el mundo. Como facilitadora, su madre pudo involucrar la parte de ella que siempre quiso ser maestra. Se sintió realizada por su trabajo con los estudiantes, las familias y la comunidad.
Karol comenzó a trabajar por su propio futuro a los 15 años con un trabajo de medio tiempo. Ella dice que admiraba a Rocío, la Coordinadora de Luz Verde, y el trabajo que Rocío estaba haciendo con la comunidad. Se dio cuenta de que también quería trabajar con la comunidad.
Karol ahora está en su último semestre de Trabajo Social en la Universidad Industrial de Santander (UIS) y está completando sus requisitos de práctica con el programa Luz Verde en su comunidad natal de Los Santos. Su función es brindar capacitación comunitaria en los diversos proyectos y fortalecer a los facilitadores a través de actividades de apoyo. Su proyecto específico es concienciar sobre temas ambientales como la protección de las fuentes de agua y la recuperación de espacios públicos como las escuelas. Su objetivo es seguir los pasos de Rocío y trabajar con las comunidades después de graduarse de la universidad.
Esta historia es solo un ejemplo del impacto que tiene el programa Luz Verde en los estudiantes, facilitadores y familias.